¿Qué son los hilos tensores faciales?
Los hilos tensores son unos hilos finos que se utilizan mucho en el área de medicina estética para rejuvenecer el rostro. Se pueden aplicar tanto para eliminar las arrugas y la flaccidez facial, como para levantar las cejas o, incluso, para redefinir el óvalo de la cara y el contorno de la mandíbula. El uso de los hilos tensores consigue un efecto lifting sobre el rostro sin la necesidad de pasar por el quirófano.

¿En qué consiste el tratamiento con hilos tensores?
Es un tratamiento tensado cutáneo que se basa en la implantación de varios micro hilos en forma de red por parte del especialista. Esta red actúa como soporte de los tejidos provocando el efecto reafirmante instantáneo y favoreciendo la producción natural de colágeno.
Las intervenciones de cirugía con hilos tensores requieren la realización de pequeñas incisiones a través de las que se injertan los hilos para desplazarlos y colocarlos en el tejido de la zona deseada hasta fijarlos en la posición marcada por el cirujano.
Tipos de hilos tensores
Según las necesidades de cada persona los hilos tensores, también conocidos como hilos mágicos, se aplican de una forma u otra. Para poder realzar la firmeza de la piel dependiendo del tipo de flacidez que exista y de la zona exacta donde se encuentre se utilizan diferentes tipos de hilos de tensores reabsorbibles.
Así, por un lado están los hilos tensores monofilamento que son aquellos que se pueden utilizar en toda la cara pero están especialmente indicados por su forma a tratar la papada y el óvalo de la mandíbula.
Por otro lado se encuentran los hilos tensores multifilamento que, como su nombre indica, está compuesto por más hilos que el anterior tipo y, por tanto, tiene un grosor mayor. Este tipo de hilos tensores se utiliza sobre todo para corregir arrugas de expresión como las que aparecen en las comisuras de los labios.
Por último, tenemos otro tipo de hilos tensores que son los espiculados o adentados. Este tipo de hilos son los que aportan más tensión a la piel y, por lo tanto, más firmeza. Por esta razón, están indicados para tratar zonas con mayor flacidez porque producen una tersura efecto lifting. Se trata de hilos más gruesos que los anteriores y que producen un efecto de tracción en la piel gracias a las espículas o dientes que tienen. Las zonas que más se benefician de estos hilos mágicos son zonas con mayor descolgamiento cutáneo como pueden ser los pómulos, la papada, el cuello y la mandíbula.

Cuidados tras la intervención
El postratamiento puede resultar algo molesto. El paciente puede presentar hinchazón durante unos días, además de calor en la zona o incluso aparecer algún pequeño hematoma. Sin embargo, lo normal es que no se produzca ningún tipo de molestia.
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